La custodia compartida es una alternativa que muchos padres eligen con la intención de garantizar que sus hijos mantengan una relación sólida y equilibrada con ambos progenitores después de un divorcio o separación. Sin embargo, la forma en que se aplica y se decide este tipo de custodia puede variar dependiendo del estado en el que te encuentres. En Texas, existen reglas específicas que determinan cómo se maneja la custodia compartida y qué factores se consideran en el proceso.

En Texas, la custodia compartida, también conocida como "posesión compartida," implica que ambos padres tienen el derecho y la responsabilidad de tomar decisiones importantes sobre la vida de sus hijos, incluyendo su educación, atención médica y bienestar general. Esto no significa necesariamente que el tiempo con los hijos se divida exactamente por la mitad, sino que ambos padres participan activamente en la crianza y en las decisiones que afectan a sus hijos.

Cuando un juez en Texas evalúa un caso de custodia compartida, su objetivo principal es siempre el mejor interés del niño. Entre los factores que se consideran están la capacidad de cada padre para cooperar y tomar decisiones conjuntas, la relación del niño con cada padre, la estabilidad de los hogares de los padres y, en algunos casos, las preferencias del niño si tiene la edad suficiente para expresar una opinión.

Además, el juez evaluará cualquier antecedente de violencia doméstica, abuso o negligencia, ya que estos factores pueden influir de manera significativa en la decisión final.

Entender cómo funciona la custodia compartida en Texas es crucial para cualquier padre que se encuentre en un proceso de divorcio o separación, ya que permite tomar decisiones más informadas y proactivas en beneficio del bienestar de los hijos.